Lograr la máxima productividad estudiando conlleva tener en mente una serie de factores para preparar tu lugar de trabajo. Por supuesto, saber cuál es la mejor luz para estudiar es uno de los principales, ya que su tipo, dirección o color puede contribuir a tu concentración.
Aunque recuerda que no todo en la vida es estudiar. Cuando acabes los exámenes, te animamos a probar los mejores juegos de mesa con tus compañeros. ¡Os merecéis un descanso!

Tipos de luces
Grosso modo, distinguimos dos tipos de luces que podrás utilizar para tu estudio. Por un lado, la luz solar; por otro, la luz artificial. ¿Imaginas cuál de las dos te conviene más? Te lo aclaramos enseguida:
Luz natural
Científicamente, se trata de la mejor luz para estudiar. No de manera directa, claro está, sino mediante su reflejo en paredes o a través de cortinas. Así que… ¡a abrir tus persianas venecianas para que los rayos del sol se cuelen en casa!
Sí, somos conscientes de que tus horarios no siempre te dejarán aprovechar la luz natural. Por lo que, simplemente, te aconsejamos sacarle partido cada vez que puedas. Ésta cubre todo el espacio en el que te halles, lo que hace que tus ojos se mantengan relajados, sin necesidad de sobreesfuerzos.
Si te encuentras en un lugar cerrado, intenta ponerte cerca de la ventana y evita sombras que puedan distraerte.
Por suerte, la tecnología actual también permite recrear las características de la luz natural en espacios interiores. Asimismo, puede establecer condiciones para influir en tu ritmo circadiano, bienestar y estado de ánimo.
Luz LED
Aunque no es la mejor luz para estudiar, varios estudios indican que la luz artificial también proporciona efectos positivos, en lo que a velocidad y efectividad para ejercer tareas se refiere.
Siguiendo a la luz natural, las lámparas LED son la opción más acertada.
Los dispositivos con esta tecnología ofrecen soluciones más flexibles en cuanto al ahorro energético, control óptico, conexión y configuración de colores. Además, la luz LED resulta bastante rendidora.
Hay ventiladores de techo que integran esta clase de luz.

Características de la mejor luz para estudiar
Según los expertos, éstas son algunas de las características que debe cumplir la mejor luz para estudiar:
- La luz tiene que incidir de modo uniforme sobre el espacio de estudio.
- Debe provenir desde arriba:
- Para los diestros: por encima del hombro izquierdo.
- Para los zurdos: por encima del hombro derecho.
- No ha de reflejarse.
- La lámpara debe poder moverse y ajustarse de acuerdo a tus necesidades, mejorando el enfoque e impidiendo reflejos.
- Si puedes regular la intensidad y temperatura de la luz, mejor que mejor.
Sigue estas indicaciones y amenizarás tus sesiones de estudio, al menos a nivel visual.
¿Luz cálida o fría para estudiar?
En primer lugar, debemos mencionar la luz cálida, cuyo tono es más bien amarillento. Ésta se encuentra, por ejemplo, en las lámparas de noche, ya que brinda un ambiente acogedor.
Por otra parte, está la luz fría, que es más recomendable si lo que se busca es una mayor concentración.
Para un lugar de estudio, lo idóneo sería tener una lámpara que permita regular la temperatura del color. De esta forma, podrías elegir la luz que más te convenga en cada momento.
No obstante, esta opción no es factible para ti, bastará con que compres una bombilla de tono frío. Así de fácil y sencillo.
Algunos problemas de las luces frías
En resumen, la luz fría es la mejor luz para estudiar y para mantener la atención. Esto se debe a que simula el tono azul de un cielo despejado.
Mientras que una iluminación cálida propicia el cansancio o la desconcentración.
Sin embargo, encender bombillas frías durante la noche puede resultar contraproducente.
Lo que sucede es que te mantiene despierto, afectando a tus ritmos circadianos. Lo que afecta a tu capacidad para quedarte dormido después.
¿El color blanco es una temperatura de color para estudiar?
Para nuestro cerebro, la luz blanca es lo más parecido a la luz solar. No se trata de una longitud de onda específica, sino de todas las longitudes de onda de la luz al mismo tiempo. Los azules tienen un efecto similar, pero están en el extremo inferior del espectro visible de la luz.
Para imitar la luz del día en tu despacho o cuarto, las bombillas tendrán que ser potentes y blancas.
Como hemos dicho, una iluminación más cálida y suave hará que te notes más tranquilo, relajado y con sueño.
¿Qué luz es mejor para estudiar de noche?
Visto lo dicho, si vas a estudiar por la noche, respeta tus necesidades de descanso. ¿Cómo? Decantándote por una luz neutra o cálida. Más vale cuidar de tu salud que no rendir algo mejor, ¿no te parece?

¿Qué luz daña menos la vista?
Según señalan los expertos, ya que al estudiar vas a pasar muchas horas con la vista fija en un mismo sitio, lo mejor es optar por la luz indirecta.
Si te apetece ir un poco más allá, prueba con una iluminación mixta. Es decir, combina la iluminación ambiente con una luz tenue. Esta última debe apuntar a tus libros, no a ti.
Para no sufrir fatiga ocular, sitúa la fuente de luz directa justo en el centro de tu campo de visión. Así, un ojo no trabajará más que el otro.
En cualquier caso, la luz no debe superar los 500 lux para no dañar tu vista.
Más aspectos a considerar para tener la mejor luz para estudiar
Asimismo, los expertos también piden tener en mente otros aspectos para obtener la mejor luz para estudiar posible. Te contamos cuáles son a continuación:
Índice de Reproducción Cromática (IRC)
Este índice sirve para medir la capacidad que posee una fuente de luz para mostrar los colores reales y matices de un objeto, teniendo en consideración la iluminación natural. Para que no te distraigas ni te desconcentres, busca un IRC bajo.
De esta manera, los colores no te parecerán demasiado intensos.

Cantidad de lúmenes (lux)
Los lúmenes se tratan de la medida para calcular la cantidad total de luz visible procedente de una lámpara o fuente de luz.
Para estudiar correctamente, hazte con una que, como poco, posea 400 lúmenes.
Brillo y protección contra el deslumbramiento
Lo ideal es escoger una lámpara de estudio con una bombilla de 4000K a 6500K.
Para leer, busca alrededor de 450 lúmenes, de 6 a 9 vatios.
Además, comprueba las características de protección contra el deslumbramiento de tu lámpara.
Consumo de energía y vida útil
Precisas una lámpara que dure hasta 50.000 horas. Así, sólo deberás sustituir la bombilla LED cada 6 años.
Esto es clave si deseas saber cómo ahorrar, pero también si quieres ayudar al medio ambiente.
Regulación de la luz
Poder atenuar tu flexo es de gran ayuda, pues, probablemente, sólo requieras de una pequeña cantidad de luz adicional de noche.
Sin embargo, si está a pleno brillo, podrías dañar tus ojos.
Además, como has visto, cambiar la temperatura de tu iluminación marcará la diferencia en tu lugar de estudio.
Flexibilidad y Diseño
Si el brazo y/o cabezal de tu lámpara es flexible o giratorio, podrás personalizar tu iluminación.
Por otra parte, una lámpara LED más larga dispersará la luz de forma más homogénea en un área mayor.
Mientras que un foco pequeño iluminará una zona específica.
Tips para evitar la fatiga visual
La Asociación Americana de Personas Retiradas (AARP) informa sobre varias medidas para prevenir la fatiga en tus ojos tras estudiar. ¡Toma nota!
- Sigue la regla 20-20-20: descansa tu vista cada 20 minutos. ¿Cómo? Durante 20 segundos, observa un objeto que esté a unos 6 metros (20 pies) de ti.
- Lubrica tus ojos: lava tus párpados, parpadea con más frecuencia, usa lágrimas artificiales, compra humidificadores (hacen el efecto contrario que los deshumidificadores), etc.
- Incrementa el tamaño de letra: escribe más grande o haz ajustes en tu dispositivo.
- Configura el contraste de tus monitores.
- Oscurece tu pantalla o activa el modo nocturno: si estás utilizando un aparato digital a oscuras.
- Elige monitores de buena calidad.
- Reduce las sombras: si hay muchas en tu estancia, el contraste será mayor cuando desvíes la vista de la iluminación de la tarea. ¿Solución? Añadir lámparas adicionales.
- Usa capas de iluminación: emplea una luz superior más suave y otra luz enfocada de una lámpara.
Sin embargo, debemos aclarar que la fatiga visual no es el único efecto secundario de una mala iluminación mientras estudias. Si te falta luz, acabarás forzando tu espalda y cuello para aproximarte más al papel o a la pantalla. Vamos, que no saber cuál es la luz correcta para tus tareas te provocará una mala postura, con las dolencias que ello conlleva.
Conclusiones
Con las indicaciones hoy mencionadas podrás conseguir la mejor luz para estudiar. Acierta con tu lámpara y, si además, usas sillas ergonómicas, verás que repasar todo ese temario se ameniza.